En la historia del mundo no podríamos contabilizar cuántas mujeres han quedado atrapadas en una sociedad que les negó la oportunidad de estudiar y desarrollar su vida profesional, sólo por el hecho de ser mujer, y más aún en el caso de no contar con los recursos para ello. Y es que ser mujer no es fácil, el cuidado de la casa, niños, cocina y todo menester de dueña de casa son tareas ya preconcebidas para ellas, incluso desde el mismo núcleo familiar. Pocas se han atrevido a desafiar la sólida y férrea estructura social manejada por hombres, como por ejemplo las “cantineras”, mujeres decididas a ir al frente de la batalla en la guerra del Pacífico, en labores de enfermeras, lavando ropas, cuidando enfermos, entre otras labores afines, pero cuando había que tomar un fusil no titubearon en unirse a la batalla como un soldado más. Una de ellas fue la Sargenta Candelaria Pérez (1810-1870), quien fue la primera mujer en ser aceptada como soldado por el Ejército de Chile por su “espíritu y valentía”. Candelaria pudo salir de la guerra, pero no pudo salir de la botella, ya que a su regreso la emplearon como asesora del hogar.
El lunes de esta semana vimos con esperanza la designación de la primera edecán de gobierno, Cecilia Navarro Luke, teniente coronel de Carabineros, doblando la mano al destino que decía que, los altos cargos eran reservados para oficiales recios y viriles. Tengo esperanza de ver algún día mujeres generales y en igualdad de condiciones, y ojo, no digo reemplazar la labor de ellos, porque la idea es caminar juntos.
Cuántas mujeres en la historia del mundo se han quedado en la botella? De alguna u otra manera todas.
Muchas y muchos no logran entender en que minuto todas las mujeres se han vuelto locas, pero que sea bienvenida esta locura de mujeres atrevidas que vienen pavimentar este nuevo mundo para las nuevas generaciones, porque este mundo definitivamente ya cambió.
#nomorematildas